En su discurso inaugural en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2024, António Guterres, Secretario General de la ONU, destacó tres problemas interconectados que amenazan la sostenibilidad global: la impunidad, la desigualdad y la incertidumbre.
Señaló cómo la impunidad socava el derecho internacional, la desigualdad exacerba las divisiones sociales y la incertidumbre, impulsada por fenómenos como la crisis climática y la inteligencia artificial, agrava la ansiedad mundial. Guterres urgió a los líderes a reformar las instituciones globales y a actuar con unidad para abordar estos desafíos:
.- La impunidad, abundó Guterres, amenaza los cimientos del derecho internacional y de la propia Carta de las Naciones Unidas al permitir violaciones y abusos de las garantías fundamentales y de los derechos de los Estados.
.- La desigualdad, por su parte, socava a los países y los empuja al abismo por medio de injusticias y agravios.
.- Y la incertidumbre pone en riesgo el futuro de la humanidad de formas desconocidas debido a la falta de regulación de fenómenos nuevos que pueden ser tan rápidos como imprevistos.
“Estos mundos de impunidad, desigualdad e incertidumbre están interconectados y colisionan”, alertó.
António Guterres matizó, sin embargo tan fuerte aseveración, al mostrarse convencido de que la grave problemática mundial tiene solución. Ante decenas de jefes de Estado y de Gobierno, Guterres explicó que dicha solución requiere que los mecanismos existentes para la resolución de problemas funcionen de verdad.
El Secretario General terminó su discurso con un mensaje de esperanza y un llamado a la unidad: “Muchos dicen que las diferencias y divisiones en nuestro mundo son demasiado grandes y es imposible que nos unamos por el bien común (…).
La Cumbre del Futuro demostró que con un espíritu de diálogo y compromiso, podemos unir fuerzas para conducir nuestro mundo hacia un camino más sostenible. Este no es el final, es el comienzo de un viaje, una brújula en el torbellino. Sigamos adelante”, concluyó.